El tablero curvado, es un producto compuesto por madera laminada, compacto, acrílico o incluso fibra. Estos materiales, una vez obtenidos, se moldean para darles forma, mediante prensas de elevada presión, que aplican a partes iguales, calor y presión a la materia prima sobre la que actúan. Dotando a las piezas de curvas, en diferentes ángulos, e incluso en 3 dimensiones.
Cada pieza moldeada, precisa de unos tiempos y una presión determinada, con el objetivo de que las piezas no se bufen, y tampoco rompan. Además de para dotarlas de la necesaria resistencia, para el propósito concreto al que vayan destinadas (brazos, respaldos, mesas, sofás, mostradores, escaparates…)
Se trata, así pues, de un proceso complicado. el cual comienza con la construcción de un molde, con la forma de la pieza, aportada a través de planos por el mismo cliente. Y sigue con la elección de los materiales idóneos para el trabajo, y su posterior puesta en prensa.
A ello hay que sumarle los mecanizados que se deseen realizar, como parte de los servicios de NAPAL, el lijado, los herrajes que se deseen colocar, y acabados como barnizado o lacado (dependiendo del material que se curve).